¡ALERTA DE SPOILERS!
Leif Eriksson es el personaje interpretado por el australiano Sam Corlett en Vikings: Valhalla. Es presentado en la serie como un marinero valiente y gentil, así como un increíble guerrero y toda una revelación para los altos mandos vikingos.
Adentrándonos en la serie, Leif se muestra como un personaje cimentado sobres las excelentes cualidades y nunca ha matado a nadie. Su «primera vez» no llega hasta la travesía hacia Inglaterra, cuando no le queda otra opción.
Sin embargo, en el último episodio de la primera temporada estrenada el pasado 25 de febrero en Netflix, nos deja una imagen completamente diferente. Un Leif roto, destrozado por la muerte de Liv, pero también más enojado que nunca. Sin camiseta y con todo el torso cubierto de sangre, enfurecido y en búsqueda de venganza.
La clave para la temporada 2 de Vikings: Valhalla
La inolvidable escena de Leif con la que cierra la temporada 1 de Vikingos: Valhalla cumple con una profecía o teoría de hace tiempo: el legado de su padre, Erik el Rojo, quien fue uno de los vikingos más temibles y brutales.
Nacido en Noruega pero expulsado del lugar por ser considerado un asesino, en Islandia fue nuevamente rechazado. Se fue a Groenlandia y encontró un nuevo hogar. En la serie de Netflix, se alude a sus crímenes todo el tiempo.
Leif intenta asegurar que la historia de su padre no tiene nada que ver con él y demostrar que es un hombre diferente, pero, tras dar muerte por primera vez durante la conquista de Inglaterra, su lado más oscuro comienza poco a poco a conocer la luz del sol. Una confesión que incluso le hace el propio Leif a Liv previo a su muerte.
Esto es clave para la próxima temporada porque probablemente tendremos a un Leif con sed de sangre y venganza muy diferente al de la primera temporada.
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